En este primer tema nos
vamos a adentrar en el mundo de literatura infantil, algo que como veremos,
tiene mucha más personalidad de lo que nos podríamos creer. Y…hablando de
literatura infantil ¿qué significa realmente? Para eso, examinare alguna de las
definiciones dadas por escritores y profesores de literatura y compondré mi
propia definición. Además también explicaré lo que realmente es la literatura y
las diferencias que tiene respecto a un texto no literario y la paraliteratura.
Como veremos alguna de las
claves para elegir un libro dedicado a este público es tener en cuenta el
momento evolutivo del lector por lo que vamos a ver las propiedades que debe
tener el texto y las características que tiene el niño en cada etapa; así pues
seremos profesionales para poder elegir un bueno libro para nuestros alumnos o
hijos.
¿QUÉ ES LITERATURA INFANTIL?
Es un sintagma formado por
dos palabras, un nombre (literatura) y un adjetivo especificativo (infantil).
Literatura significa el arte
de la palabra e infantil explica la franja concreta a la que va dirigida dicha
literatura.
La frontera entre literatura
infantil y juvenil es muy confusa, por lo que suele ser temática. La franja de
edad a la que va dirigida la literatura infantil es de los 0 a los 12 años.
La editorial SM, en los años
70, es la pionera en separar la literatura por etapas con su memorable Barco de
Vapor.
Para ello creó una colección
de libros dividida en diversos colores dependiendo del público a la que iba
dirigida. De tal manera que nos encontramos con la colección blanca para el
primer lector, la azul para edades entre los 6 y 8, la naranja para niños entre
8 y 10 años y finalmente la roja para un público entre los 10 y 12 años.
También decir que la
literatura escrita por niños será literatura creada por niños nunca será
considerada literatura infantil porque no tiene ninguna finalidad artística.
DEFINICIÓN DE LITERATURA INFANTIL PARA DIVERSOS AUTORES
1984 Juan Cervera “Se
integran todas las manifestaciones y actividades que tienen como base la
palabra con finalidad artística o lúdica que interesen al niño”.
Esta definición es un poco
controvertida ya que mezcla la paraliteratura y la literatura. Por un lado dice
“todas las manifestaciones y actividades”, algo en lo que también se podría
incluir bibliografías y columnas, las cuales, como veremos, no son textos
literarios. Y, por el contrario, pone “con finalidad artística”, una de las claves
para clasificar un texto como literario.
Además decir que a los niños
les puede parecer interesantes diversos temas que, posiblemente, no estén
considerados apropiados para ellos, algo que tenemos que tener muy en cuenta a
la hora de escribir.
1985 Marisa Bortolussi “Obra
artística destinada a un público infantil”
Esta definición es más clara
que la anterior ya que, al decir artístico, descarta todo texto no literario y
paraliterario. Si bien, me parece demasiado escasa para definir la literatura
infantil.
1994 Isabel Tejerina
“Habría que decir que mientras que los buenos libros para mayores no son
siempre para niños, los buenos libros infantiles sí son aquellos que también
son capaces de interesar, incluso de conmover, a los adultos”.
Me parece una bonita
definición puesto que muchos de los libros infantiles, tal como dice, conmueven
a los mayores; prueba de ello muchos de los libros que hemos leído en clase.
Por el contrario, no pone la palabra clave de fin artístico.
1998
J. Rubió "Aquella rama de la
literatura de imaginación que mejor se adapta a la capacidad de comprensión de
la infancia y al mundo que de verdad les interesa".
Es
la primera descripción que da importancia al momento evolutivo en el que se
encuentra el niño, pero, como en la primera definición, tal vez aquello que les interesa no es lo
mejor para ellos y por contra lo que sí que es bueno no les parece atractivo.
Andrés Amorós “Es el placer
que alguien obtiene leyendo lo que otro ha escrito”.
Esta definición me parece
extremadamente pobre. Primero porque me puede dar placer leer un buen texto en
un periódico, un diario como el conmovedor Diario de Ana Frank y ésto no es
literatura. Además no explicita el tipo de público al que va dirigido así que
puede ser literatura para cualquier periodo de edad. Y por último, no pone el
fin que tiene.
MI DEFINICIÓN DE LITERATURA INFANTIL
Como he explicado con las
definiciones con las que me encuentro más identificada son las de Marisa
Bortolussi, Isabel Tejerina y Juan Cervera. Por ello, para crear mi propia
definición, voy a hacer una mezcla de todas ellas junto con conocimientos
adquiridos tras las clases. Así pues definiría Literatura Infantil como:
2012 Lucía Moreno Jiménez
“Obra artística de ficción, destinada a un público infantil, en la que, con
frecuencia, se utilizan figuras literarias y siempre se tiene en cuenta el
momento evolutivo del infante”.
LITERATURA, PARALITERATURA Y TEXTO NO LITERARIO
Para que un texto sea
considerado literario tiene que contar con las siguientes características.
LITERATURA
Los textos deben pertenecer
a uno de los tres géneros literarios:
- Narrativa: Narrar es contar. La narración es un tipo de texto en el que se cuentan hechos reales o imaginarios. Al abordar el análisis de los textos narrativos es necesario estudiar la historia y las acciones que la componen (argumento), los personajes que las llevan a cabo, el tiempo y el espacio donde se desarrollan, cómo se ordenan todos estos elementos (estructura) y desde qué punto de vista se cuentan. Entre este tipo de texto destacan la novela y el cuento.
- Lírica: textos en los que se manifiestan sentimientos y emociones puestos en nombre del autor o en boca de un personaje determinado. La mayor parte de los textos líricos están escritos en verso aunque ésta no es una característica exclusiva de la poesía. Entre ellos están: himnos, odas, elegías y canciones.
- Teatro-Drama: estos textos ofrecen como panorama el conflicto entre dos o más personajes; el desarrollo de la obra está encaminado a presentar como se desarrolla dicho conflicto y cuál es su enlace. Ejemplo de ellos son los guiones para teatro, cine, etc.
Utiliza la función poética o
estética del lenguaje, es decir utiliza figuras literarias. Existen multitud de
figuras literarias entre las que destacan las
metáforas, personificaciones o prosopopeya. En esta página encontrarás mucha
más información sobre estas figuras:
Siempre es ficción, es
decir, lo que cuenta no es real pero si puede estar basada en hechos reales. Una
biografía o un diario no serán considerados literatura.
La intencionalidad tiene que
ser claramente artística: si la intención que tiene es enseñar algo no es
literatura puesto que la intención principal es enseñar.
PARALITERATURA
Es próxima a la literatura: su intencionalidad no es artística si no que es práctica o de interés.
En este apartado se
encuentran las biografías, los diarios, columnas de opinión o fábulas.
Puede tener los tres géneros
literarios o no
Utiliza, a menudo, la
función poética.
Puede ser ficción o no
No tiene intención artística
TEXTO NO LITERARIO
No es literario, como su
propio nombre indica
No son de ficción
Puede utilizar la función
poética
No tiene intencionalidad
artística
DESARROLLO EVOLUTIVO DEL NIÑO COMO LECTOR DE LITERATURA INFANTIL
Periodo glósico motor: el
niño se interesa por experiencias sensoriales.
A los dos años, les atraen
los libros “para mirar”, que puedan escuchar con placer por su ritmo y
sonoridad.
El lector descifra colores,
formas y también tamaño y volumen. Le llama la atención los libros grandes, con
ilustraciones amplias, de pocos trazados y con formas realistas que puede
identificar con el entorno. Vive muchas sensaciones corporalmente, a través del
dibujo que ve, o de las palabras que escucha.
A los tres años
aproximadamente, el libro le propone historias o poemas breves que pueden repetirse.
Al lector le interesa escuchar las historias e identificarlas con los dibujos.
Desde los 4 hasta los 6:
Periodo Animista. El niño se va abriendo al mundo que le rodea.
Los libros dedicados a niños
de cinco años aproximadamente, se caracterizan porque conservan sus relatos
unidad en el tiempo y lugar y personajes simples con roles muy bien definidos.
También las ilustraciones deben ser claras, aunque pueden tener más detalles
que las de etapas anteriores, y ser de menor tamaño.
El lector suele reconocer la
escritura de algunas palabras y disfruta descifrándolas, memoriza textos que le
gustan, y quiere escuchar el relato una y otra vez. Aprecia mucho los libros de
láminas de textos simples con los que puede ir familiarizándose como así
también con ilustraciones ricas en imágenes. Todo lo que le rodea es
considerado como viviente por lo que es apropiado que los protagonistas tenga
una vida y caracteres propios.
Desde los 7 a los 9: Periodo
Maravilloso.
El niño entra en el mundo de los seres fantásticos, dotados de
poderes mágicos y capaces de cambiar el entorno.
Para los lectores de siete
años aproximadamente, los libros tienen que tener una buena historia que esté
acompañada por ilustraciones.
Todavía en esta etapa, la
narración debe cuidar la unidad de línea argumental, con secuencias bien
definidas, evitando los niveles superpuestos. El lector es inquieto,
impaciente, imaginativo, puede armar en su mente escenas de gran fantasía,
siempre que pueda contar con los elementos necesarios. Le perturban las contradicciones
entre el texto y las ilustraciones o los cabos sueltos en una historia.
Se identifica con los
personajes, tiene un enorme sentido de la justicia y necesita gratificación
cuando aparecen elementos dolorosos.
Los libros para niños a
partir de 9 años no necesitan tanto de las ilustraciones para interesarlos
aunque pueden ser parte de mensajes a decodificar. Inclusive el texto combinado
con la gráfica tipo historietas es muy popular en esta edad.
Los cuentos o novelas con
capítulos cortos son propicios para esta etapa. Importan mucho los personajes
en los que proyectan sus afectos y con los evocan como ídolos. En esta etapa se
dan contrastes muy grandes ente los niños, por un lado gran capacidad de
lectura y por otro mucha dificultad para aceptarla, debido a que es la más
vulnerable a las influencias del medio.
Desde los 8 hasta los 10:
Periodo fantástico realista. Se inicia en el mundo de la socialización y se
interesa por el mundo exterior.
A partir de los once años
los libros presentan como características, tener gran equilibrio en su texto,
economía en las palabras y un buen ritmo. La extensión puede variar.
Hay campo para una corta
novela en capítulos con una o dos líneas arguméntales, humor salpicado y
contextos interesantes como ciencia -ficción, historia, ecología dentro del
marco de la aventura. Les atrae el terror, humor, suspenso y también la
realidad, inclusive la dolorosa.
El lector aprecia el
dramatismo y no tolera sensiblerías, ni una historia rosada en la que se elude
la realidad. Es romántico, impaciente, no acepta palabras de más.
Aprecia la buena
ilustración, es capaz de disfrutar estéticamente un libro, y de quererlo. Puede
llegar a tener escritores e ilustradores favoritos. Es amigo de lo terrorífico
y de lo monstruoso pero con una intuición estética.
Es buen crítico y rechaza
las historias sin sostén lógico. Puede divertirse con un disparate y con la
sátira ya que está empezando a criticar el mundo que le rodea.
Desde los 10 a los 12:
Periodo sentimental y artístico. El niño tiene capacidad para apreciar el arte
y la literatura.
Le interesan los
sentimientos y la psicología. Le gusta la intriga, el misterio, la aventura, el
riesgo, la aventura. La ciencia le gusta por lo que tiene de misterio y
heroísmo. Las biografías llaman su atención por lo que tienen de
ilustres. El mundo de los deportes y aventuras extraordinarias también les
apasiona.
En esta etapa los libros
pueden ser de mayor extensión, la acción debe desarrollarse con vigor,
exactitud de datos y dinamismo, además la caracterización de los personajes es
exigente.
CARACTERÍSTICAS PRINCIPALES DE LA LITERATURA INFANTIL
FORMATO:
A
la hora de elegir un libro es de vital importancia que nos fijemos en el
momento evolutivo en el que se encuentra el niño. Dependiendo en el momento en
el que se encuentre cada una de las siguientes características variará.
Tamaño: el tamaño del libro
variará según la edad del lector. Para los más pequeños es conveniente que el
libro sea mediano, resistente y con cantes romos para tener más facilidad en su
manejo. A medida que nos vamos haciendo más grandes pasarán al libro de
bolsillo.
También existen libros de
aula cuyo tamaño es mucho mayor. Esto nos facilita poder leer el libro y que
todos los oyentes puedan ver fácilmente las ilustraciones y letras.
Ilustraciones o imágenes:
las imágenes para los más pequeños tienen que ser claramente reconocibles nada
de abstracto, además hay gran uso de color.
Más adelante se
utilizan libros de imágenes que narren una pequeña historia con predominio de
la imagen respecto al texto. Posteriormente hay mayor equilibrio entre páginas
ilustradas y páginas con texto hasta terminar con libros que tienen escasos
dibujos; en este caso los existentes pueden ser abstractos.
Letra: los primeros libros son
objetos de juego por lo que carecen de cualquier tipo de letra. En el caso de
que exista tiene que ser una letra clara y grande, de forma que el adulto vaya
leyendo el texto al niño.
En la fase de pre-lectura
las palabras o frases deben ser breves, con gráfica clara, fácilmente
reconocible para el lector.
Entre los 6 y 8 años se pasa
de la letra manuscrita a letra de imprenta. El texto debe ser sencillo y bien
distribuido con frases enteras que puedan ser entendidas con una sola lectura.
Siendo más mayores se pueden
introducir tipos de letras más elaboradas y complicadas.
Donde está colocado el texto:
la colocación del texto es un poco a gusto del ilustrador. Como he explicado,
en los libros para primeros lectores el texto va a ser inexistente o escaso,
pero a medida que van creciendo puede haber una imagen explicativa seguida de
un texto.
CONTENIDOS
Tema: es importante que la temática despierte interés en el
lector. Esto se puede conseguir tanto seleccionando un tema real, con el que el
niño se pueda sentir identificado, como eligiendo un tema fantástico dónde el
lector disfrute involucrándose en un mundo de fantasía y de misterio. Los
libros iniciales tocan temas muy básicos del entorno y la vida cotidiana del
niño como puede ser el colegio, la familia, la casa, la panadería… Más adelante
los protagonistas son personas o animales en los que fácilmente se puedan
reconocer con pequeñas anécdotas de la vida diaria. Entre los 4 y los 6 les
apasionan cuentos clásicos, populares y los personajes fantásticos. Finalmente
para los más mayores aquellos que les parecen más interesantes son los de
fantasía con los que pueden abstraerse y dejar volar su imaginación.
Estructura: de 0 a 6 años la
estructura es lineal con planteamiento, nudo y desenlace. A su vez puede tener
dos vertientes:
- Acumulativa: hay planteamiento, un nudo acumulativo en el que los personajes hacen las mismas acciones y por último el desenlace. Por ejemplo: A que sabe la luna.
- Circular: una vez que llega el desenlace se vuelve al principio. Por ejemplo: un bicho extraño.
Para
niños mayores pueden ser estructuras más complicadas con flash-back.
Personajes: uno
de los puntos más importantes a la hora de construir un personaje es que el
lector pueda sentirse identificado con la manera de ser y actuar del mismo.
Mientras
en los más pequeños los personajes son gente de su entorno como puede ser la
mamá, el hermano, a medida que van siendo más mayores les gusta la mezcla entre
personajes humanos y animales, hasta terminar con seres fantásticos como las
hadas, duendes y brujas.
Contexto: uno
de los principales problemas que nos podemos encontrar es que el contexto de la
obra no sea adecuado, por tanto. el lector no se involucra en la historia y por
ello no le resulta del todo atractiva. Por este motivo, es muy importante
adecuar el argumento a las necesidades del niño, aunque este no tiene por qué
ser realista ya que existen numerosas obras del género de la fantasía con las
que el lector puede disfrutar.
Estilo: lo
primordial de este punto es destacar la importancia de tener en cuenta el
momento evolutivo en el que se encuentra el niño que va a leer la obra. Se debe
adecuar el léxico a la edad del lector ya que se empiezan con palabras y frases
sencillas y se va aumentando la dificultad al mismo tiempo que el lector
adquiere edad y conocimientos.
Los
valores es el último aspecto a tener en cuenta. Que un libro tenga valores no
significa que concluya con una moraleja. El personaje puede mantener dos tipos
de valores: el positivo que implica empiece como positivo y termine como
positivo, que empiece como negativo y termine como positivo o el negativo que
quiere decir que empiece como positivo y termine como negativo o que empiece
como negativo y termine como negativo.
Los
valores positivos son aquellos que nos hacen felices, en los que somos capaces
de superar retos. Por el contrario los negativos son aquellos que nos hacen
infelices, en este campo se podrían incluir libros que hablan de la timidez, de
niños perdidos, de críticas…
WEBGRAFÍA:
Apuntes dados por la profesora Irune Labajo González