martes, 10 de abril de 2012

Bloque I: Reflexión


Este primer bloque me ha parecido realmente interesante porque tengo 24 años y llevo desde 1 de la ESO dando literatura y paradójicamente,  hasta segundo de carrera, no sabía ni lo que significaba la palabra literatura. ¿No es alucinante? Esto demuestra la calidad de nuestro “magnífico” sistema educativo. Haciendo una comparación es como si tuvieras 24 años y todo el mundo te llama por tu nombre pero tú no sabes cómo te llamas.

Entonces es cuándo te preguntas ¿Qué es lo que realmente he estado estudiando durante todos estos años? Pues la respuesta es sencilla, has estudiado cosas que aparecen en libros que, sin con suerte recuerdas, te sirven para ganar un quesito en el trivial pero que a la hora de elegir un libro coges aquel porque el tema está entretenido, no sabes la diferencia entre algo literario y no literario y lo más serio, seguramente cuando seas padre le compres a tu hijo un libro que te parece perfecto para él porque tiene unos magníficos dibujos y mucho colorido, cuando realmente no está destinado para su edad.

En cuanto a la actividad ha sido muy entretenida y fructífera porque ahora, como futura maestra, puedo elegir y crear adecuadamente mi propia biblioteca. A colación de lo dicho anteriormente, me parece aterrador pensar que he estado tanto tiempo estudiando esta asignatura y ni si quiera sabía a qué etapa evolutiva estaba dedicado cada libro. Tampoco digo con ello, que tuviéramos que saber tan profundamente cada periodo, como hemos hecho ahora, si no que sería conveniente tener una buena base para saber qué libro es el adecuado. Ya no solo para ser maestros si no, para la práctica diaria, para saber qué libro comprar para nosotros, cuando hacemos un regalo, para entender el por qué los autores escriben de una manera u otra.

Y… ¿por qué digo que si con suerte lo recuerdas? Porque nuestro sistema de evaluación nos ha enseñado que lo importante son las notas, es decir, lo que sepas o dejas de saber es poco significativo lo necesario es que llegues al examen y que plasmes aquello que te ha contado el profesor, ni si quiera contrastas aquello que te dice, lo primordial es escribirlo en el control y si es al pie de la letra mejor que mejor. Luego al salir de la prueba la cabeza borra todo aquello que has aprendido, total, no te vas a examinar de nuevo de ello…

Yo me pregunto ¿no es más interesante saber que el alumno entiende lo que le dices mejor que saque extraordinarias notas? ¿No es mejor que asiente los conocimientos a que te escriba todo según tú le has contado? ¿No es más enriquecedor que consulte otras fuentes en vez de creer a pies juntillas lo que le dices?

Ahí dejo esas preguntas, cada cual que saque sus propias conclusiones, creo que las mías han quedado suficientemente claras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario