domingo, 20 de mayo de 2012

BLOQUE II: REFLEXIÓN DEFINITIVA


Este bloque ha sido atractivo porque pensaba que el folclore solo estaba relacionado con el baile, el cante…; sabía que era tradición popular pero no pensaba que también incluía el arte escrito.

Otra cosa interesante es que los textos folclóricos no tienen un autor determinado  ya que todos participamos, con nuestra poca o mucha imaginación, en la creación del folclore.
Esto implica que hay múltiples variantes de un mismo cuento. Por eso, nosotros, a la hora de elegir un texto de este tipo, tenemos que tener muy en cuenta quien y en qué criterios se ha basado para hacer dicha adaptación.

Pero, sin duda, lo que más me ha gustado, entretenido y complicado ha sido la adaptación del cuento “Todo tipo de pieles”.
Complicado porque el cuente original, contado por nuestra profesora Irune, tenía un aspecto que, teniendo en cuenta el momento evolutivo del niño que vimos en el Bloque I, no podía aparecer. Pero eso no era sólo la dificultad, sino que también era tan bonito, estaba tan bien contado y narrado que todo me parecía imprescindible.


Puede resultar gracioso pero, después de darle mil vueltas, en un viaje en tren a Valencia, de los múltiples que hago, es cuando me ha venido la inspiración precisa para hacer mi propia adaptación.

Ha sido una experiencia muy buena, así que os animo a todos a coger un libro de Perrault o de los Hermanos Grimm y hagáis vuestra propia adaptación. Ya veréis que gratificante resulta contar un cuento con firma propia.

Esto es un buen método para incitar a los niños a crear su propia versión sobre un cuento, cambiar el final, los personajes, la situación… una forma más de hacer la literatura al alcance de los niños; lo más divertido es que ellos se vean capaces de hacer un nuevo cuento y aportar su granito de arena al folclore.
Espero que mi adaptación os haya gustado =)


Otra propuesta interesante son los teatros folclóricos, que acostumbramos a ver en el retiro. Pues bien creo que es una posibilidad para llevar al aula, tener tu rinconcito, dentro del rincón de lectura, para que los niños hagan su propio teatrillo, o bien cuando están leyendo el cuento lo interpreten a la vez con las marionetas…

Una cosa que no sabía es que, aquellas canciones que a menudo cantábamos en el patio para echar a suertes, jugar a la comba, acunar a un niño, se trataba de verso folclórico. Yo abogo porque esa tradición de la comba, de la goma, la rayuela no se pierda. Era mucho más divertido, más dinámico, más social y sobre todo, mucho más económico para los padres que las Monsters que, por lo visto, tienen tanto éxito.

Resulta entrañable recordar esos tiempos en los que deseabas salir al recreo para jugar al Señor Cartero, A la Dola, a mil juegos que salían esporádicamente y de los que dependías de dos personas, como mínimo, para que dieran la comba o cogieran la goma y otras tantas para convidar. Sin embargo ahora, si nos damos cuenta, hay múltiples juegos en los que el niño se dedica a estar consigo mismo y con la maquinita, o la muñeca, o los macromachine…
Quiero decir, que la socialización es un proceso imprescindible para el desarrollo fundamental del niño, por eso es otro de los motivos por los que estos juegos eran y son imprescindibles.

¡Luchemos por conservar nuestra tradición y porque los niños salgan a los parques, se revuelquen, se manchen, sean niños y no pequeños adultos! Al fin y al cabo la infancia es la etapa más bonita de la vida.

1 comentario: