domingo, 27 de mayo de 2012

BLOQUE V: REFLEXIÓN


Este último tema quizás es el que de forma más directa lo llevemos al aula. 
La lectoescritura es algo que tenemos perpetuamente en la mente, la necesidad porque los niños salgan de la Etapa de Educación Infantil leyendo y no nos damos cuenta que esto puede ser un error. Muchas veces buscamos plantas sin poner semillas, flores sin regar la planta y esto difícilmente se consigue.

Digamos que los niños de nuestro país se pasan tres o cuatro años intentando aprender a leer y en los países nórdicos en tres meses saben leer con fluidez. La pregunta obvia sería ¿es que los niños españoles son menos inteligentes? La respuesta contundente es ¡No, claro que no! 
La diferencia es que en estos países se respetan las etapas de desarrollo evolutivo del niño, aquellas que vimos en el bloque I y que tanta importancia tienen.

Mientras en España nos preocupamos por meter al niño el abecedario, la escritura, a fuerza de horas y horas, en los países  nórdicos se dedican al juego, de forma que aprendan lo esencial, lo básico, observen, actúen sean autónomos y libres y cuando llega el momento, cuando la mente de los pequeños está preparada para los signos, cuando llegan a la madurez es cuando se les enseña la lectoescritura. Por eso son capaces de asimilar fácilmente los signos y símbolos, porque su mente está preparada y no resulta ningún esfuerzo.

Esto permite que los niños se lo tomen como algo más, un paso más en su escalera del conocimiento no como algo tedioso y aburrido que tan a menudo pasa en infantil. El miedo al fracaso, a no saber escribir bien, a no leer igual que los compañeros.

Con todo ello no me refiero que los niños no lean, no escriban, no tengan rincón de lectura. Si no que tienen que entender los libros como algo más de entretenimiento, el rincón de lectura como uno más de juego, en el que se diviertan y disfruten de los libros. No como una zona de mandato, de imposición, de obligación a la lectura.

Por eso estoy totalmente de acuerdo con la teoría constructivista porque no ve el fallo del niño como un error sino como un paso más, necesario, para subir al siguiente escalón. Porque permite que el niño escriba por el placer de comunicarse no como obligación de copiar, de hacer buena caligrafía. Busca la libertad, la autonomía del niño, para que crezca como persona.

Es evidente que tenemos que tener un rincón de lectura, que es necesario, que aporta multitud de beneficios al niño, pero dejemos que sea  libre, que coja un libro y lo deje, coja otro y lo deje, no le obliguemos a que pase por ese rincón, el mismo buscará el momento de ir hacia él.

La dinamización mediante el cuentacuentos, la presentación de libros, el teatrillo, el libro viajero son buenos métodos para ayudar al niño que se involucre, que se motive para ver el maravilloso libro de los cuentos.

Dejemos que participe en clase formando versos, que cree tantanes que imagine cuentos, dejemos que fluya su creatividad y no le cortemos las alas del placer de ser niño.

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