El tren de la literatura ha llegado
a su fin, ha llegado a la parada Verano con destino a vacaciones. La confluencia
entre las estaciones didáctica, organización de centro, políticas educativas,
psicomotricidad, necesidades especiales ya no van a volver a confluir, o tal
vez sí. Sí, claro que sí, siempre las
llevaremos a la práctica. Los maquinistas nos han enseñado bien, han conducido
el tren sin ningún altercado hemos tenido buenos revisores y buenos compañeros
de viaje.
El conductor de literatura ha sido
especialmente bueno, nos ha enseñado muchas cosas, mútiples estaciones, quizás menos
de las que gustaría disfrutar. Hemos aprendido diversos paisajes, formas de
entender al niño, la importancia del desarrollo evolutivo a la hora de
escribir, hemos creado un cuento, hemos hecho un cuentacuentos, una adaptación,
hemos estado en el jardín de la universidad escuchando una narración
entretenida, hemos hablado de amores y desamores, de hadas. ¡Sí, para todo eso
da un viaje en tren!
Pero el mejor, el mejor de los
billetes que he sacado para viajar ha sido la comprensión. ¿Comprensión? Sí, la
comprensión de la enseñanza, la comprensión de que hay que enseñar para
motivar, comprender que la enseñanza como mero hecho de llegar exponer los
conocimientos e irte no sirve de mucho como profesor, por eso hemos hecho un
blog, la comprensión de que el profesor sea constante, corrija y se esfuerce se
valora, la comprensión de que vale más trabajar investigando que memorizando,
la comprensión de múltiples cosas que se obviaban pero que una vez puestas en práctica
terminas valorando.
Espero que esto sirva de algo para
todos esos profesores que siguen con sus prácticas tediosas, que siguen en su
sitio como oradores y no en la posición del alumno, que siguen en su mundo del
conocimiento y no del descubrimiento. Aquí tenéis una alumna, una alumna que ha
trabajado durante esta asignatura de forma distinta, que no ha hecho un examen
pero que tiene conocimientos, conocimientos asentados mediante el
descubrimiento y no la memorización, conocimientos que mañana podrán ser
recordados y no olvidados porque han sido significativos y no arbitrarios como
dice Ausubel y Bruner.
Tenéis aquí la experiencia no mía
individual, sino de muchos alumnos que trabajan así con la profesora y
valoramos esta metodología.
Ha sido un placer conocerte y compartir contigo este viaje en el tren de la literatura. Estoy convencida de que vas a ser una maestra espectacular. ¡Feliz verano!
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